María: Admiramos
tu ser joven y entregado;
las cosas no te
resultaron nada fáciles,
se te pidió un
compromiso duro, una entrega total;
fuiste la
respuesta adecuada, la que agradó a Dios.
Te pedimos ayuda
para toda la juventud;
ser joven de
verdad es difícil siempre, más aún hoy.
Las ilusiones se
pierden en un mundo de desencanto,
los ideales se
queman por la inoperancia y la comodidad;
la generosidad,
la entrega, la disponibilidad, no se valoran
en esta sociedad
egoísta, calculadoa y materialista.
Comunica tu
fortaleza y honradez a los jóvenes;
tu amor, grande y
fiel, que todo lo superó.
Madre de la
juventud, comparte a su lado el esfuerzo
de tantos que
buscan respuestas en Jesús.
AMEN